martes, 23 de junio de 2015

Abuelito dime tú, por qué me gané este rubor: Crème de Blush de Yves Saint Laurent.



Mis queridas piñonas, en esta horriblemente helada noche de invierno, tapada hasta los ojos y ataviada con pijama de polar aquí en la Región de la Araucanía, les traigo una reseña de un producto muy elegante y sofisticado que si no fuera porque la diosa Fortuna me sonrió con todos sus dientes jamás esta humilde servidora de ustedes habría sido capaz de tener. Les hablo del rubor “Crème de Blush” de la marca francesa Yves Saint Laurent, firma de moda y belleza que tiene una enorme y magnífica presencia en el mundo. ¿Cómo llegué yo (¡yo poh!) a tener un producto así de aristocrático en mi poder? Bueno, mas o menos en abril (he tenido que corregir tantas cosas que ya he perdido la noción espacio tiempo de mi línea temporal) sapamente caché que un maquillador llamado Manuel Guerrero al que seguía en Instagram (consulté su página y sale que fue el 29 de marzo, gracias tío Google) hizo un concurso donde sólo había que comentar para ganarse un fabuloso colorete de Yves Saint Laurent (se pronuncia francesamente Ibs Saan Logan). Yo, como soy metiche, puse mi nombre sin ninguna esperanza y de pura piante que soy, después me olvidé del asunto. En la tarde abro mi instagram y me estaba esperando esta tremenda sorpresa:


No se imaginan mi felicidad, lo más que había ganado fue una vez el año pasado cuando me gané un set de productos Natura en una rifa (casi todos de Acaí, que es precisamente la única línea que no me gusta de esa marca) así que no pude más que correr en círculos, mover mi cola imaginaria y dar saltitos de alegría. De inmediato me puse en contacto con Manuel, quien me escribió altiro de vuelta, le di mi dirección y me mandó por pagar el paquetito con mi fino y elegante rubor. Como me mandó el número de tracking, apenas llegó a Lo Temuco lo fui a buscar a Tur Bus, aunque tuve que pagar 3.490 por este, eso no fue nada comparado con su verdadero precio, que bordea las 25 lucas en París o Falabella, o sea, Oh My God!




Viene en una cajita dorada con el logo de la marca, el tradicional YSL entrelazado hacia abajo. Personalmente la encontré súper bonita. Luego al abrirla, venía dentro un envase cuadrado de tapita dorada con el mismo logo, al abrirlo casi me fui de poto de espalda porque el color era extremadamente chillón, un fucsia maraco intenso brillantísimo llamado "Fuchsia Temptation" el cual de inmediato me llevó a Los Alpes a la cabaña del abuelo, y a las praderas donde se cuidan las cabras cuando pastan. O sea, obvio, altiro pensé que me iba a poner como Heidi y sus cachetitos rojos gracias al frío de las montañas  y a Pedrito 1313.


Pero no queridas piñonas, no pasa nada de eso con este fantabuloso crème de blush (se pronuncia gaaam da bloosh). Trae 5,5 gramos de una crema de un intenso color fucsia, aunque hay varias otras tonalidades, yo uso esta porque es la que me gané no más. Esa es una de las mejores características, ya que es una crema en el envase, pero se transforma en polvo cuando uno se lo aplica en la cara. Yo me lo echo con los dedos o con una brocha de rubores que tengo y me gusta mucho la sensación aterciopelada que provee, se siente muy rico y lo mejor es que bien difuminado no se ve para nada heidinesco, más bien da un tono como de frescura e inocencia, como el sonrojo de una doncella virginal que por primera vez ve una película porno interracial en el espacio (yo igual quiero leer The Time Hump Chronicles de Suzanne “Crazy Eyes” Warren).
 
Como tengo la cara redonda, me lo aplico en las manzanitas (hay que sonreír para que salgan, ojalá pensando en maldades) y difumino hacia las sienes. Aquí les muestro el cambio que se genera en mi rostro cuando lo llevo puesto.


Últimamente lo he usado bastante, sobre todo para sentirme muy elegante, pero igual debo admitir que a pesar de su bello envase y su cuica marca de gama alta, no le encuentro mayor sentido a gastar casi 25 lucas en un solo producto, sobre todo porque tengo un rubor de un color muy parecido de Petrizzio y haciendo la comparación, el colorete nacional no se queda atrás, siendo que me costó sólo $1.990 en Preunic. Obviamente que no se comparan en el packaging y que su novedosa textura crema a polvo es realmente espectacular, pero duran lo mismo puesto en el rostro y el color que brindan es bastante parecido, ya que ambos son bastante pigmentados. Otra gracia que le encontré al gaaam da bloosh es que se puede trabajar por capas, o sea, se puede obtener un resultado muy natural hasta un color mucho más intenso, y todo depende de cuanto uno se aplique.


¿Lo compraría de nuevo cuando se me acabe? No. Es demasiado caro para mi presupuesto y además como ya les conté obtengo un resultado muy parecido con el otro rubor Petrizzio, obvio que no es lo mismo y tampoco es igual, pero por eso igual lo cuido bastante a mi francesito y aún me queda para rato. Creo que lo compraría nuevamente cuando me encuentre con un duende al final del arcoíris que acceda a regalarme su olla con oro, antes no. 

Aún así, me siento muy feliz con habérmelo ganado y su resultado me gusta bastante, ya que como producto Made in France que es, su calidad y acabado es exquisita. Se lo recomiendo a las que les gusten este tipo de texturas tan especiales y que obvio, tengan las lucas suficientes para invertirlas en el. Yo de primera igual me sentía rara con algo tan caro y hasta temía tocarlo mucho con mis porcinas pezuñas de fémina marginal, pero ahora lo uso sin remordimientos de ninguna clase, me asusta, pero me gusta.

¿Cuál es su experiencia con los productos de "gama alta"?
¿Creen que soy muy flaite para usar productos Yves Saint Laurent?


Un abrazo para todas y espero que les haya gustado mi reseña :)

domingo, 14 de junio de 2015

Por la boca muere el pez: TAG Loca por los Labiales + TAG de la Comida.


Mi intención es dedicar este post a dos de las cosas que amo de esta vida, que son los labiales y la comida. Casualmente ambas se relacionan con la boca, que no sólo sirve para pintársela con vistosos colores, sino además para ingerir deliciosos alimentos. La cavidad oral (nombre científico) será la protagonista de hoy. Pensándolo mejor, no le voy a decir más así, "cavidad oral" suena tan feo, como algo que diría un dentista, y ustedes no saben lo mal que me caen los dentistas.


Comenzaré con el TAG: "LOCA POR LOS LABIALES" y si se han dado cuenta, hay como una locura masiva por estos hermosos y sensuales artículos de belleza, yo creo que en parte es debido a que muchas bloggeras amigas participaron en una especie de desafío en Instagram donde Moyra Chellew propuso usar un labial distinto por siete días y no fuimos pocas las que le seguimos la corriente, porque igual es entretenido escoger labiales, sacarse fotos y recibir cumplidos. Por lo mismo he andado bastante entusiasmada por el tema labialístico y por lo mismo decidí traer desde la tumba este alguna vez famoso TAG al cual patudamente me autonominé y que estoy segura ya habían visto antes, apuesto que ya les hizo bostezar de aburrimiento. Pero esto no es una película de Adam Sandler #fomeyrepetido (que aborrezco con mi vida y que casi siempre hace los mismos papeles, del típico "galán" #estanfeo que tiene muchas minas hasta que viene una diferente que lo cambia) así que les prometo que trataré de no ser tan latera como el susodicho (¿se nota que lo odio?).


1. ¿Cuántos labiales tienes en tu colección?:
Tengo dos estuches para guardar todos los cosméticos que poseo en este mundo. Uno, bastante grande, al que denomino "la nave nodriza" tiene mis sombras, máscaras de pestañas, lápices de ojos, polvos, rubores y bases/bb cream. El otro, que en un arranque de originalidad sin precedentes llamé "OVNI" (Objeto Vanidoso No Identificado) es un simpático (a mí me cae bien por lo menos) estuche de puntitos fucsia que está dedicado exclusivamente a los labiales, y está casi lleno. Sin contar lápices ni bálsamos, tengo 30 labiales, y vienen dos en camino, más otros cinco que tengo en mente. Así como voy creo que estoy postulando al dudoso honor de "Loca por los Labiales". 


2. Un labial indispensable:
Mi querido "Vintage" de DBS. Sé que las tengo aburridas con él pero es tan apañador, es mi comodín número uno, porque cuando siento que nada me queda bien, viene él y me arregla de inmediato. Lo quiero mucho. Es un tono que no solo le viene a las morenas como yo, a las más blancas igual les queda bien, porque es un rosado oscuro que arregla hasta la boca más pálida. Además es humectante y bastante duradero. Mil queques para él.
Lo pueden encontrar a $4.990 en la DBS.


 3. Un labial para arrasar:
Yaaaa, ni que fuera Thalía, que anda arrasando por la vida (ya quisiera tener esa cintura, aunque no sé si quisiera sacarme todas las costillas como ella). Me encantan los labiales rojos, pero cada vez que uso el "MATTatraction 360" de Catrice (insisto en que es nombre de robot sexual) siempre me preguntan por el y me alaban mucho, y me sonrojo porque soy vergonzosa. Además encuentro que me queda fabuloso, modestia aparte. Eso si, la estúpida cámara del celular nunca puede captar su hermosura, en la foto sale pálidamente soso, cuando en realidad es un fucsia profundo mate muy pigmentado, así que mejor les dejo un link de mi amiga eslovena Mateja para que vean como es realmente, ya que su cámara es harto mejor que la mía (esto de ser sudamericana...)
Lo encuentran  a $3.490 en la DBS.


4. Último labial que te compraste
Desde que se lo vi a la Pajarita de Dios en su instagram como que no me lo pude sacar de la cabeza. Es el labial "Malvhada" de la línea Retro Matt de Etienne, marca chilena muy buena y no muy reconocida, lamentablemente. Es que esa H intercalada me sedujo absolutamente. Incluso cuando aun me dolía el pie fui cojeando a Preunic en su búsqueda y la negligente vendedora me dijo que no estaba, pero el viernes volví con mi pie mucho mejor y dispuesta a llevármelo SI o SI. Felizmente me tocó una buena vendedora que me dijo que el labial siempre ha estado ahí y que las niñas nuevas nunca saben nada. Es un tono muy bonito y suave, como un lila o malva, que no es para nada "malvhado", sino más del estilo "énséñándhó a lhás pélááítás kmo thú áá sér séñórítás kmó íóp".
Lo pillan en el Preunic a $1.990 si la vendedora anda de buenas.


5. ¿Qué labial te arrepientes de haber comprado?
Ustedes saben que amo Natura y que siempre me tiento con sus mágicos productos, pero debo decir que nunca me ha agradado mucho el maquillaje de esa marca. Todos dicen que la línea Natura Una la lleva, pero es demasiado cara para que me interese comprarla. Sin embargo todas las veces que he comprado labiales termino regalándolos ya que siempre les encuentro algún detalle negativo. Pero el año pasado compré un gloss que odio tanto que no he sido capaz de usarlo sin que me lo tenga que sacar al minuto de llevarlo puesto, odio su sensación pegajosa, atrae pelos a mi boca en forma automática y es picantemente brillante, incluso tiene como glitter, el que me gusta sólo en las uñas, no en los labios. Me costó 5.000 pesos y lo odio tanto que no se lo voy a regalar a nadie, porque nadie merece usarlo, finalmente morirá en algún lugar oscuro y desolado de mi departamento.


6. Labial favorito del momento
En este momento, tengo tres regalones.  El primero es un labial Oriflame en el tono "Red Haute Couture" que es un rojo profundo y aframbuesado muy lindo. Después viene el labial Essence "On The Catwalk", un rosado muy especial, que en mis labios que son más oscuros es casi un My Lips But Better y finalmente la sensasound del momento, el labial chileno más famoso y deseado de la blogósfera (llegué a esa conclusión después de una hora entera metida en instagrama sicopateando perfiles ajenos), el tono Plum Noir de Petrizzio, que para qué les voy a decir como es, si ustedes ya lo saben. Para las que no, es un tono ciruela invernal, ideal para esta época más fría del año. 
El Oriflame me costó $2.990 y solo se vende por catálogo (amiga, si eres de Temuco y estás leyendo, ponte en contacto conmigo porque yo vendo 1313). El de Essence vale $2.290 en la DBS y el Plum Noir me lo compré en la Salco Brand a $1.490.


7. Labial más barato y más caro de tu colección
La semana pasada nos llegó nuestro pedido de Ali Express y entre medio venían unos labiales líquidos que me había olvidado completamente que los había pedido. Mientras buscaba las pasas y hacía memoria, recordé que son la versión made in China de los famosos gloss mate de Lime Crime. Son dos de la marca "Me Now" y me sorprendieron bastante, ya que no resecan los labios para nada y pigmentan muy bien. Cada uno me costó 1.40 USD, o sea, menos de luca, cáchense esa. Ahora me entró el hambre de tenerlos todos. Y en el otro extremo, tengo a mi labial Art Decó de $8.990, que es pero lejos lo que más he gastado en mi vida en un sólo labial. Quizá esto haga mover la cabeza despectivamente a aquellas que tienen labiales Nars o Bobbi Brown o los famosos MAC, pero la compra de este me hizo tener bastante cargo de conciencia, porque nunca antes había gastado más 5 lucas en un labial. Me gusta mucho el maquillaje, pero no soy de comprar cosas demasiado caras. Aún así valió la pena la inversión ya que el envase es muy elegante, el tono me queda bien y que tanto, si es mi plata, me quise dar un gustito y a mi nadie me regala nada (menos la Diana König, la Natalia Pajarita de Dios y la Liz Souvré, ellas si me han regalado cositas <3)


8. Labial que más deseas en este momento
Todos saben que sueño con el Dolce Vita de Nars y bla bla bla. Es muy lindo, pero no tengo plata y bla bla bla. Necesito el bono de maquillaje que prometió la Bachelet y bla bla bla. Lloremos.
Pero si hay un labial o mejor dicho marca, que me hace soñar despierta es Kat von D, de obviamente, la seca y hermosa tatuadora Kat von D. La amo porque tatúa bacán, es latina, es muy inteligente y porque nació el 8 de marzo igual yo, me gusta mucho su estilo rockero, veo sus programas, me encantan sus cahuines, y cuando sacó su propia línea de maquillaje se transformó en mi ídola absoluta.  El packaging de estos labiales es maravilloso y los colores, ufff, son increíbles. Los deseo con mi vida, y no sólo los labiales, sino todo lo que hay. Les juro que sería la única marca en la cual gastaría alegremente mucho dinero sin cargo de conciencia por ninguna parte. La pueden seguir por Instagram y a su maquillador Erik Soto para que babeemos juntas. Por el momento no llega a Chile porque se vende sólo en la tienda Sephora. Quiero llorar, ahora si que si.

¿Cómo no quererlos todos?

9. Una persona especial y a qué labial te recuerda
Mi tía Quela cuando fue a Alemania por primera vez (hace más de 10 años), entre muchas cosas me trajo este labial color canela, que lo compró en Hamburgo para mí. Cada vez que lo veo me recuerda a mi querida tía, que es como una segunda mamá y la adoro con todo mi corazón. Es el labial más viejo que tengo y sin embargo no tiene traza he haberse echado a perder, se ve tan fresco y suave como el primer día. No lo uso mucho, pero tampoco lo voy a botar, ya que tiene mucho valor sentimental.


10. ¿A qué edad comenzaste a usar labiales?
A los cinco años le robé un labial a mi mamá de esos Pop Love de Avon de Chocolate y me lo comí completo porque pensaba, obvio, que era de chocolate. No lo encontré tan dulce, pero igual me lo zampé. Ella me pilló y me retó, pero eso no disminuyó mi fascinación por el maquillaje, que ahí empezó y dura hasta hoy. Como yo soy su favorita, después me compró un labial rosadito en Avon que tenía una niñita con cabeza de flor y un reloj con perfume sólido con la misma niñita. El labial me lo robaron en el colegio por desobediente ya que mi mamá me había prohibido llevarlo. No saben como sufrí y eso que tenía 6 años. Luego cuando estuve en Octavo y era agrandada, me pintaba los labios con mucha Frutilla Maravillosa (igual de Avon) y no salía a ninguna parte si no la llevaba conmigo. Mi lado preferido era el más rojo, el perlado rosado no tanto, aún así la usé hasta cuarto medio, pero nunca me duraban mucho porque me las comía. Si, les metía el dedo hasta el fondo y lo chupaba con fruición, es que eran tan ricas. También tuve la Uva Maravillosa, pero por más que busqué, no puedo encontrar imágenes que lo avalen. Yo sé que no la soñé. Avon fue mi marca amiga por muchos años y yo siempre la defiendo de los que dicen que es flaite y poblacional. No es así, sólo es una marca a las que las personas del pueblo tenemos más acceso. Avon is Love, Avon is Life.

No saben cuantos sentimientos hay en esta imagen...


Si no se han aburrido aún, prosigamos con el próximo TAG :D





Me encanta comer, es una de las grandes pasiones de mi vida. Soy súper golosa y como en grandes cantidades. Por eso cuando encontré este TAG me gustó de inmediato y quise hacerlo altiro, porque comer es algo muy importante para mi y también cocinar, con la comida tenemos una relación muy cercana, ya que nunca fui la típica niña mañosa que dejaba las comidas, todo lo contrario, era de las que daba gusto cuando teníamos visitas o íbamos de invitados, ya que yo siempre me servía todo y además pedía repetición. Las otras señoras felicitaban a mi mamá por su hija que era tan buena para comer, si llegaba a dar gusto. Como dice mi hermano Seba, si no hay repetición no como. Por lo mismo, como me gusta tanto comer, que muy temprano quise aprender a cocinar y varios dicen que lo hago muy bien, además que lo disfruto muchísimo, me encanta hacerlo tanto para mí como para los demás. Empecemos con las preguntas y espero que les de mucha hambre.

1. Comida favorita:
El asado de cordero que prepara mi papá. Es lo más delicioso del mundo y si pudiera, lo comería todos los días aunque sé que terminaría muriendo de gota e hipertensión arterial a fin de año. Valdría la pena. No, en realidad, pero es tan rico que me gustaría comerlo con mucha frecuencia.

Quiero ir a Los Lagos :(

2. Comida que no te gusta u odias: No sé que onda las zanahorias. No las entiendo y por más que las analice, no logro una respuesta satisfactoria. Nunca he sido mala para comer y casi todo lo como con gusto, pero no soporto la zanahoria cocida. Cruda me encanta, no hay nada más rico que mi ensalada inventada de zanahoria rayada con manzana y avellanas tostadas. Pero cocida me da naúseas, sabe asquerosa. ¿Qué le pasará a la zanahoria cuando se coce? Es un misterio.


Odio profundo e imperecedero.

3. Ingrediente favorito para cocinar: El ajo. El ajo todo lo arregla. Amo el ajo con todo mi amor de cocinera. Sólo pensar en la mayonesa con ajo, bistecs jugosos con ajo, arroz blanco con ajo, ensalada de repollo con ajo... Son los dientes de los dioses. Es tan rico que hasta Pablo Neruda le dedicó una oda:

 Oda al Ajo (Pablo Neruda sapbe)
Bailarina de trenzas brillantinas,
eterna resonancia del baile de los dientes.
Sabor telúrico de una sopa deseada.
Alegría humilde de una mesa pobre.
Invitado de honor en un banquete de alcurnia.
Esperanza que se come en ayunas.
Desfile de damas blancas
pasando por una eterna retina.
Delantales desprendidos de la desnudez de la tierra.
Astros flotando en el océano de la olla.
Besos que niegan su esencia
ante los labios vecinos.
Bocas volcánicas
que eructan el olor incorrupto de los campos.
Pesadilla de las niñas enamoradas
después de la cena.
Pasión tardía, oculta en el sabor
que desciende de las alturas del corazón
a los brazos del bienamado.
Sonriendo con el aroma de miel
que perfuma a primavera
el paso solemne del rey de la cocina.

4. Ensalada favorita: Aunque soy una carnívora consumada, me fascina comer ensalada. Tengo muchas preferidas y creo que todas me gustan, porque hasta ahora no he probado ninguna pero ninguna que me desagrade. Pero si tuviera que decidirme por una sola preferida creo que me quedaría con la ensalada de apio, palta y nuez. Que cosa más rica, con harto limón y su toque de sal. También adoro la ensalada a la chilena, con tomates no transgénicos, cebolla amortiguada y cilantro, no perejil, porque no me gusta y me da alergia. Y con aceite de Oliva queda más deliciosa aún.

 La delicia misma, con arroz es para morir de placer.

5. Carne favorita: Aquí me jodieron. Me gustan todas las carnes. No, no puedo decidirme, es demasiado difícil. Es tan rica la plateada de vacuno al jugo, el asado de cordero, el estofado de chivo, las chuletas de chancho, el pollo arvejado, el osobuco de pavo con tomate y choclo… No, no puedo hacerlo.

 Ojalá no se ofendan los amigos veg con esta imagen.

6. Pescado favorito:
Aquí igual es difícil, pero no tanto como con las carnes. Me gusta mucho el salmón y la merluza, son definitivamente mis pescados preferidos de la vida. El cancato de salmón, con tomate, queso y a veces longaniza, es exquisito. La reineta es desabrida y el congrio no es tan maravilloso, es rico, pero no fascinante. También es tan rica la trucha de río, sobre todo al disco recién pescada. Ñam.

 Cancato de Salmón, tesoro del Sur del Chile.

7. Sopa favorita: La cazuela de pollo de campo, con choclo, arroz, papas, porotos verdes y pimentón. Con zapallo igual es deliciosa. Y cuando estoy en modo rápido y quiero comer sopa luego, me encanta la de choclo y la de tomate que vienen en esos malvados pero ricos sobres llenos de sodio que me conducirán a la muerte algún día :D

 Mi mamá hace una igualita y más sabrosa todavía.

8. Sándwich favorito: Me encanta el italiano, con tomate, palta y mayo, pero igual adoro ese que lleva queso, champiñones y carne. Me dio hambre de solo pensarlo. Ah, el chacarero igual la lleva, sobre todo el que yo misma preparo, con porotos verdes de la huerta de mi mamá, tomates naturales y ajicito verde picado.

 Oh baby, come with me and make me happy.

9. Pan favorito: Larga vida a mi eterna relación con la marraqueta o pan francés. El pan de poto como le decimos en mi casa. Es tan deliciosa y crujiente, aparte que ahora dijeron que adelgazaba y era más sano que los demás panes, más la como aún xD Soy capaz de comerme una entera a la once y otra entera al desayuno. También me fascina el pan toscano del Jumbo (ya me puse lais), ese que lleva aceitunas en su interior. Simplemente magnífico, con tomate es la maravilla misma. ¿Y el pan dulce? Uy, lo amo con mi vida.

 Calientitas con mantequilla o con huevo revuelto... sólo imaginen.

10. Helado favorito: El de pistacho. Es tan exquisito y es un favorito de siempre. Pero hace poco descubrí un helado que me hizo sentir cosas en mi casto cuerpo que jamás había experimentado antes, el helado de Banana Split de la marca gringa Turkey Hill... Es tan fabuloso que altiro se puso al lado del de pistacho, así de rico es. Es que no solo lleva plátano, sino que además tiene frutilla, chocolate, nueces... Sólo pensarlo se me hace agua la boca, su cremosidad me llena de lujuria gastronómica.


Si la deliciosidad fuera un helado (además de una palabra), sería este.

11. Restaurante favorito: De Temuco, mis preferidos son el clásico e inmortal Rapa Nui y el Premiun que está cerca de la plaza de armas. Atienden muy bien, no son caros, las porciones son enormes y siempre disfruto cuando voy ahí. Ah y las mejores chorrillanas las sirven en el Madchester, un pub de estilo británico muy bacán. Se los recomiendo si alguna vez vienen por acá a verme xD


 No conoces realmente Temuco si nunca has entrado acá.

12. Restaurante favorito de comida rápida: Antes de decir cuál es mi preferido, aprovecho de mandarle todo mi odio al Doggis, te odio Doggis, antes eras chévere y ahora vales callampa. Eso. Bueno, de comida rápida me encanta el Troglodita y su increíble Sándwich Toscano de Pollo, pero mi preferido es lejos el Juan Maestro, encuentro tan ricos sus sandwiches, que chorrean palta por todos lados además que sus batidos de frambuesa me tienen en rehabilitación por adicción profunda a ellos. Les juro que me tomaría uno todos los días de mi vida. Son enormemente deliciosos y adictivos.

Mi droga, he podido dejar el cigarro y la sal, pero el batido de frambuesa es más fuerte que yo...

13. Si pudieras comer un alimento por el resto de tu vida... ¿Cual sería?: Papas fritas. O pastel de choclo. O tallarines con salsa bolognesa. O helado de pistacho. O arroz con ajo. Si, eso, arroz. Amo el arroz y es uno de los únicos alimentos que no me aburren (me gusta comer variado). Creo que sería feliz comiendo sushi o arroz el resto de mi vida, por ende, creo que debo ir a Japón algún día y comer mucho arroz con palitos por allá. Aunque también sería feliz viviendo a base de empanadas de pino, napolitanas, camarón queso y de changle.

 El viernes comimos esto con Valentin y fuimos muy felices (una bandeja para cada uno, y esa salsa agridulce tailandesa es maravillosa).

14. ¿Qué te gustaría aprender a cocinar? Me encantaría aprender a cocinar cosas dulces, como pasteles, tortas, kuchen y pies. Domino bien las artes culinarias saladas pero no le pego absolutamente nada a la pastelería, me encantaría aprender a cocinar esa clase de cosas, con suerte sé hacer queque de yogurt y brownies de marihuana de chocolate, nada más. Ah también puedo preparar calzones rotos y los picarones me quedan extremadamente deformes. Ahí si, eso sería todo.

 Como diría Barney Stinson: Challenge accepted!

Les cuento que la próxima semana ya entro a trabajar, mi pie está mucho mejor gracias al reposo y a mi kinesióloga estrella Daniela Sepúlveda, sin embargo no he tenido una semana muy buena en lo emocional ya que lo de mi operación va a tener que esperar porque es demasiado cara para mi bolsillo, por lo que tendré que ver opciones fuera de Temuco. Aún así tengo esperanza de que podré solucionar todo.  
Estoy poniéndome al día con los comentarios en sus blogs, se los prometo. Les mando un abrazo a todas y les deseo una excelente semana a todas las amigas bloggeras y a los que me leen siempre (mis piñonas y piñones jajaja). ¡Cariños!

 No me puedo ir sin decir cuanto te detesto, Adam Sandler ¬¬